Muchas veces tenemos la sensación de estar estancados, que no logramos destrabar alguna situación que nos mantiene presionados o preocupados. Gran parte de nuestro tiempo y pasamos días e incluso semanas dándole vuelta al asunto sin poder resolver.
Si solo le damos vuelta al problema en nuestra cabeza, solo empezamos a repetir ideas sin darles un sentido adecuado para encontrar una solución y estas ideas se convierten en pensamientos que nos comienzan a atormentar cada día, ocupando un espacio mental de creatividad invaluable.
Cuando identificamos que estamos en ese estado de estancamiento, una buena idea es “vaciar la taza” como dicen los agilistas. Esto significa detenernos un momento y vaciar en un papel, ya sea digital o físico, todo lo que tenemos en la mente respecto de la situación que nos acosa.
Este es un proceso simple, pero poderoso que nos entrega un perspectiva más amplia de la situación porque:
- Saco de la mente todo lo que estoy pensando al respecto.
- A partir de lo que escribo, puedo ir encontrando otros elementos que estaban escondidos entre los pensamientos haciéndolos explícitos.
- Lo anterior provoca que pueda visualizar un escenario extendido de lo que me aflige.
- Descanso la mente respecto del problema, generando un espacio de creación nuevo.
- Puedo empezar hacer preguntas concretas al respecto: ¿qué me falta saber? ¿a quién le puedo preguntar? ¿puede alguien ayudarme? ¿qué herramientas puedo aplicar? Etc.
- Puedo identificar el real problema, lo que realmente me preocupa.
- Puedo visualizar que acciones concretas puedo tomar para empezar a resolver.
Otra herramienta muy poderosa es compartir el problema con otra persona, que quiera escucharme.
Si compartes tu problema con otro, el solo hecho de tú escucharte a ti mismo, te entrega una perspectiva diferente abriéndote nuevas posibilidades. Si la persona que te escucha logra realizar buenas preguntas, puedes encontrar la estrategia de resolución de tu problema mucho más rápido de lo que esperas.
Y bueno, si sientes que es algo que no puedes compartir con otra persona, háblalo contigo, busca un espejo y cuéntate qué es lo que estás intentando resolver. Esta técnica puede sentirse un poco ridícula, pero no saben ustedes lo increíblemente poderosa que es. Los invito a probarla.
Somos seres que estamos hechos para compartir para lograr grandes cosas juntos, el aislarnos para solucionar situaciones no nos ayuda, debemos lograr incorporar a nuestras vidas la diversidad de opinión, acción, emoción, con ello nos enriquecemos como personas, como sociedad, como humanidad.
Siempre hay alguien dispuesto a ayudar, lo he comprobado, quien está solo es porque elige esta opción.