En temas de agilidad o de transformación de procesos de trabajo actuales, he observado que el enfoque principal es optimizar y apoyar el trabajo de los equipos que ejecutan o crean un producto. Por ejemplo, en el ámbito del desarrollo de software nos enfocamos en el equipo de desarrollo o en mejorar los procesos de trabajo, capacitamos y apoyamos a los participantes del proceso, pero estamos dejando de lado a nuestro cliente. No estamos capacitando al Product Owner o dueño del negocio, para que entienda la nueva forma de trabajo.
¿Cómo generamos confianza?
En estos días he visto que en las distintas técnicas de cambio organizacional o cambios en formas de trabajo, mencionan mucho la generación confianza, pero ¿cómo podemos generar confianza?
¿Cómo escuchamos?
La motivación para iniciar mi viaje para convertirme en coach, fue a partir de una pregunta o una habilidad que creía que me faltaba, donde me preguntaba ¿cómo puedo entender mejor al otro? Incluso yo decía ¿cómo hago para que me entiendan? Y al atravesar el camino para ser coach, me di cuenta que lo que no sabía hacer era escuchar.
Espacio para reflexionar
¿Cada cuánto tiempo nos damos espacio para hacer una reflexión respecto de nuestros quehaceres? ¿Qué tan importante es para nosotros reflexionar? ¿Nos hace sentido nuestra forma de hacer? En estos últimos años, me he dado cuenta que el proceso de reflexión en todos nuestros ámbitos es muy importante, para mejorar en lo personal y como grupo, para refrescar ideas e innovar, para no aburrirnos con lo que hacemos y así darle constante sentido a nuestra vida.