Pensar por ti mismo

A medida que voy caminando me voy dando cuenta que sí es verdad que somos seres únicos, no hay nadie igual a otro. 

Cada quien tiene sus propias características, no solo físicas, sino que mentales, las que han sido conformadas por las experiencias que hemos vivido, lo que hemos estudiado, compartido, durante esta vida y porque no decirlo desde hace muchas otras vidas. 

Como somos seres únicos, también tenemos una forma única de contemplar la vida, un prisma propio que nos ayuda a interpretar lo que vivimos de una manera muy, pero muy particular. 

Aunque nos pasemos toda la vida tratando de encajar en los personajes que nuestra sociedad encuentra aceptable, no podemos borrar quienes somos.

Y cada vez que queremos encajar rompiendo parte de quienes somos, solo logramos dañarnos, nos disminuimos y despreciamos el valor que realmente tenemos.

Cuando logramos aceptarnos tal cuál somos, solo ahí podemos empezar a crecer con una base sólida, sin dudar, en ese momento puedo tener claridad de hacia donde me quiero dirigir, en quien me quiero convertir.

La base de mi transformación es lograr aceptar quien soy, entender cómo llegué aquí, ver qué quiero seguir manteniendo, qué me gusta de mi y armar un plan para cambiar lo que ya no me es útil, lo que siento que me impide avanzar.

Pensar, reflexionar, sentir por uno mismo, es la puerta que hay que abrir para iniciar el verdadero cambio, ya que si solo copio o repito sin razonar, sin sentir realmente lo que me pasa o lo que quiero lograr solo seré una mala copia de alguien y no lograré la mejor versión de mi mismo.

Teniendo estos elementos puedo embarcarme con más facilidad en el viaje de transformarme, de crearme a mi mismo, de amar cada paso que doy disfrutando el viaje, sonriendo más veces que las que lloro, me frustro o me enfado, cambiando, creciendo, evolucionando.

Por eso hoy te invito a cierres un momento los ojos, respires profundo, te abraces, te sonrías, te agradezcas por todo lo que has vivido y que te ames profundamente para que puedas compartir ese amor con quienes te rodean.